Actualmente, la isla de Ibiza y su capital Eivissa son mundialmente reconocidas por su inagotable oferta de turismo y diversiones, que inician por alquiler de barcos, los mejores DJs del mundo, las fiestas más populares y las discotecas más modernas con los mejores espectáculos y animaciones.
Sin embargo, detrás de toda esta fachada de hace unas decenas de años, esta región también esconde una historia interesante, llena de guerras, murallas y conquistas, convirtiéndola en mucho más que una isla de fiesta y turismo.
Los piratas de Ibiza
Los siglos XIV y XV fueron los encargados de acentuar las diferencias que existen entre la ciudad mercantil y aristocrática, en relación al campo que era empobrecido por enfermedades y sequías.
Desde ese momento hasta el siglo XVII, la isla se vio en el padecimiento de una miseria endémica que estaba profundizada por el cambio de las rutas hacia el Atlántico lo que está relacionado con los ataques turcos del año 1536, las murallas del año 1585 y por la peste negra en el año 1652.
Sin embargo, es importante que Felipe V se encargara de despojar a la isla de las rentas de sus salinas, que era lo principal de la industria de la isla. Esto acentuó el decaimiento durante el siglo XVIII a pesar de la gran expansión naviera y a la activación de los campos agricultores.
El resurgimiento de Ibiza
De hecho, las diferencias entre la ciudad y el campo adquirieron una mayor expresión en el siglo XIX a través de las frecuentes marchas de los payeses armados en contra la ciudad. Posteriormente, estos fueron juzgados o expulsados de la isla durante el tiempo de restauración.
A partir del año 1868, Ibiza se benefició con el aporte de capitales que eran procedentes de Cuba y a través de esto, se establecieron los primeros servicios de navegación en sentido regular y constante con dicha península.
Sin embargo, la industria turística tuvo su momento de apogeo, principalmente a finales de los años 60. En el año 1974, presentó una crisis debido a la desaparición de muchos centros hoteleros de la región.
Se menciona que antes del movimiento turístico exorbitante, la isla se había convertido en uno de los puntos de mayor concentración del movimiento hippy.
La ciudad de Ibiza o vila d’Eivissa
La ciudad de Ibiza se sitúa a nivel del sureste de la isla, teniendo nombre homónimo. Geográficamente posee unos 11 km2 y un poco más de 50.000 habitantes censados, que son llamados ibencicos.
La reducida extensión de este municipio comprende básicamente el área urbana y un pequeño sector de dominio rural, en el que se destaca el cultivo de diversos alimentos.
Durante los años 80, era prácticamente el núcleo consistente de toda la isla, en un sentido único. Contando con el más importante puerto de Europa y mediante esto, se ha monopolizado todas aquellas funciones administrativas, religiosas y sociales, así como también económicas.